Una Vista Indescriptible. Proyecto Italia.
La belleza de esta ciudad es imponente.
Cada edificio, esquina y callejón es pura poesía para los ojos. El aroma de exquisita comida navega por la ciudad, distrayendo a aquellos que meditan en la historia de que desde aquí se ha escrito.
Estas mismas calles que hoy camino, han sido testigos del surgimiento y la caída el Imperio Romano, los descubrimientos de Galileo Galilei, las narraciones de las expediciones de Américo Vespucio al "Nuevo Mundo" y también vieron nacer las más gloriosas creaciones del época del Renacimiento. Sin lugar a dudas, el mundo como hoy lo conocemos fue en mucho cambiado desde esta ciudad.
Como cada Proyecto en el que nos involucramos, este ha requerido un paso enorme de fe, y el poyo de docenas de corazones como el tuyo que están comprometidos en cerrar la brecha entre aquellos sirviendo las naciones y la Iglesia.
El vuelo, el autobús y las horas en tren que fueron necesarios para llegar hasta Florencia dejaron sentir su peso sobre mi, sin embargo Dios ya me había regalado mi entrada a una fiesta.
Y es que, mi amada anfitriona Ulrike tenía un grupo de amigos celebrando un cumpleaños y la llegada de un par de miembros de la familia a la ciudad.
De esas cosas que sin planearlas son perfectas. Mis 32 horas de viaje, culminaron en una fiesta en el último piso en un edificio histórico del centro de Florencia. Mientras mi cuerpo y cerebro trataba de aclimatarse al horario de ese lado del mundo, mi corazón no daba crédito a la vista que tenía frente a mi. Si, el atardecer cayendo sobre las montañas de la región Toscana de Italia era espectacular, pero siendo honesta, la vista que tenía capturado mi corazón era lo que estaba sucediendo a solo unos pasos de mi.
Una comunidad de diferentes nacionalidades se encontraban en esa fiesta. Todas estas almas, originarias de tierras lejanas por diversos factores se encuentran radicando en esta preciosa ciudad. Y esa tarde, Dios organizó una cita divina para cada uno de ellos. Los colocó al rededor de mi amiga, una creyente, quien hace un año llegó a esta ciudad para iniciar un negocio. Ella vino creyendo que estaba expandiendo sus inversiones, sin sospechar que iniciaba una aventura en los Negocios del Padre.
Los últimos 25 años nuestro mundo ha sido totalmente redefinido.
Los medio electrónicos de comunicación, el uso de internet y el impacto de las redes sociales han afectado la forma en la que vemos, experimentamos y vivimos la vida.
Este cambio también ha impactado lo que entendemos como misiones. Algunas décadas atrás, era todo un reto compartir el evangelio a corazones de ciertas nacionalidades debido a la restricción para entrar con la verdad de Dios a ellas. Hoy, la globalización y los movimientos migratorios están siendo orquestados por Dios para alcanzar a estas mismas naciones a las que era imposible entrar ¡Ahora Dios los ha traído al frente de nuestras casas!
¡Quién hubiera pensando que Dios contestaría nuestras oraciones en una forma TAN creativa!
Las naciones están congregándose en las grandes ciudades.
Gentes de lejanos lugares están inundando las capitales del mundo en busca de educación, trabajo y mejores oportunidades.
Su meta es mejorar su calidad de vida, sin sospechar que una cita divina que alterará sus vidas para siempre ha sido orquestada para ellos.
Y aquí es donde la historia de mi amiga Ulrike entra. Su historia y testimonio me trajo hasta este rincón del mundo. Con mi cámara en la mano, me senté con ella para escuchar todo el proceso al que Dios la llevó antes de que adquiriera un pequeño hotel en el centro de Florencia. Y aunque su motivación inicial fue el abrir un negocio en Europa, en solo unos meses de caminar sobre su sueño, descubrió que Dios la había movido hasta esta nación para expandir Su Reino.
Mientras escuchaba (y documentaba) toda la travesía que ha experimentado así como la pasión que Dios le ha dado para servir a cada huésped que duerme bajo su techo, a locales y extranjeros viviendo en Florencia, no paraba de dar gracias a Dios por las formas creativas que Él tiene para moverse en las naciones.
La historia de Ulrike, los detalles de como dejó atrás lo conocido en Estados Unidos para iniciar su negocio en Florencia, así como su sorpresa al descubrir que Dios había plantado eternidad en algo que parecía solo un negocio, me hizo pensar cuan similar habría sido su experiencia a la de Aquila y Priscila. Dos corazones con pasión para los negocios quienes llenos de la presencia de Dios, tomaron la luz del evangelio y la levantaron a donde quiera que fueron haciendo negocios. Increíble: Dios no está contenido a las Iglesia, Él desea permear el área de los negocios.
Mientras caminaba por las calles de esta ciudad para capturar imágenes que darán contexto a las entrevistas programadas, constantemente me encontré con los "buscadores". Corazones de cada esquina del mundo, portadores de idiomas que jamás había escuchado, quienes estaban en la ciudad por unos días, y en algunos casos, meses buscando encontrar algo: belleza, imágenes, experiencia. Tuve el regalo de capturar la maravilla que experimentaban al descubrir la belleza de Florencia y mientras veía sus sonrisas y expresiones de asombro, oraba que el trabajo de mi amiga Ulrike y el de cada ministerio en Italia sea la herramienta que Dios use para que esos mismos "buscadores" se encuentren con la Belleza que desborda de Su Trono.
La historia nos testifica que Dios ha usado a Florencia como el terreno donde los corazones que tienen "sed de más" han sido movidos, capacitados y enviados.
Mientras buscaba el mejor ángulo, la luz exacta y la esquina más apropiada para mis tomas, esta oración salió de mi: Que Dios una vez más produzca cambios aquí que transformen el mundo entero. Que un Renacimiento Espiritual sea nacido de entre grandes y pequeños ministerios aquí , aún aquellos que jamás lo imaginaron. Amén.
