El incontenible poder de la Intercesión

Me gustaría invitarte a ocupar los siguientes minutos para reflexionar sobre la importancia y significado de la intercesión. Intercesión es un modelo que Jesús estableció y al que todo creyente está llamado a experimentar. En algún momento de nuestras vidas esta es una verdad: todos necesitamos o necesitaremos la oración de alguien.
¿Qué significa interceder?
Interceder es abogar por alguien, interponerse a favor de personas, familias, ciudades y aún naciones. Es ponerse en la brecha para impedir que los embates del diablo lleguen a cumplir su cometido, es estacionarse en la línea de batalla para resistir los dardos del enemigo. La intercesión no es una oración de queja o de lamento, sino es una oración de guerra, firme y llena de convicción que está asentada en la certeza que Dios va a responder.
Toda intercesión es una oración pero no toda oración es una intercesión
Hay una verdad profunda que quiero compartir contigo hoy: toda intercesión es una oración pero no toda oración es una intercesión. Atreverse a interceder es ejercer autoridad, levantar un muro que no se quiebra hasta que la respuesta Dios llega. Ahora, es importante que antes de seguir sacudamos la palabra intercesión de todo misticismo, y entendamos que no es una actividad exclusiva de un grupo selecto dentro de una congregación. Intercesión es una responsabilidad otorgada por Dios a todo creyente.
¿Por qué es importante que yo interceda?
Amado, la respuesta es sencilla, el interceder nos equipa para la batalla.
- La oración intercesora nos convierte en ciervos que claman insistentemente por las corrientes de las aguas (Salmo 42:1).
- Interceder nos regala una visión de águila que nos permite ver por dónde viene el enemigo no importa la distancia. Una y otra vez descubrirás que tu ves lo que otros no pueden ver porque miras a través de los ojos de la fe.
- Aprenderás a caminar como león. Amos 3:8 dice "Si ruge el león, ¿quién no temerá? Si habla el SEÑOR Dios, ¿quién no profetizará?", y de la misma forma que el león es temible en la sabana por su ferocidad, de la misma forma alguien que se para en la brecha a interceder se convierte en una persona peligrosa para el enemigo.
- Tus pies se convertirán firmes como el hierro, inconmovibles ante la adversidad, firme en las promesas que Dios ha dicho que vas a hacer.
Ahora, no todo tiene que ver con guerra espiritual, la realidad es que entre más intercedes más te acercas a Dios y hay una revelación mas clara del corazón del Padre. Entre más intercedes la frontera entre ser un intercesor y ser un adorador queda eliminada; por que un intercesor es un adorador que entiende la majestad de su Dios y el poderoso río fluye del Su trono. En estos tiempos Dios esta buscando hombres, mujeres, jóvenes y aun niños que sean empáticos con esta humanidad. Personas como Abraham, Moisés, Nehemías o Ester a los que Dios pueda revelarle sus planes y proyectos.
Cuando oramos por otros, Dios nos revela los secretos y sensibiliza nuestro corazón.
Interesantemente, la intercesión es tan importante que hasta el día de hoy Jesús sigue intercediendo al Padre por nosotros (Romanos 8:34), y eso debería ser el combustible suficiente para posicionarnos como intercesores de tiempo completo. La iglesia más que nunca, necesita un espíritu de intercesión para ver milagros poderosos. Tenemos la oportunidad de a ser el tipo de Iglesia que era capaz de interceder por Pedro en la cárcel sabiendo que Dios tiene el poder de obrar de manera sobrenatural (Hechos 12:1-8). Hoy quiero dejarte este recordatorio: la intercesión mueve y abre los cielos. Abre camino donde no lo hay y para mirar lo que Dios hará.
Ezequiel 22:30 dice "Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé." Hoy pidamos perdón a Dios por ser indiferentes ante tanta necesidad y comprometamos nuestra vida con el Espíritu Santo para ser un intercesor a favor de tu familia, ciudad o nación. Te invito a que dejes que Dios escuche tu voz intercediendo por otros, cerca o lejos de ti, de tu ciudad o de otras naciones, serás sin duda bendecido.
¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia!
Isaías 64:1-2
Sobre el Author

Graciela ha seguido a Jesus por treinta años al lado de su familia. Durante su caminar con Jesús ha desempeñado diferentes posiciones de liderazgo sin embargo, en sus propias palabras, el mayor honor que ha tenido es estar en sus rodillas reconociendo la majestad de Jesús e intercediendo por otros. Ella y su esposo Alberto radican en Veracruz, México. Su mayor gozo es disfrutar sus hijos, nueras y nietos.